Blanca de Namur era la hija del Conde Jean De Namur, y sobre todo era una princesa, cuya belleza sólo era igualada por su refinamiento. La leyenda narra que Magnus IV Eriksson, Rey de Suecia y Noruega, fue seducido por la belleza de la joven princesa, mientras que iba de camino a Francia en busca de una esposa. Así, la joven Princesa siguió al Rey hacia sus tierras escandinavas y no volvió nunca más en su tierra natal. Como recuerdo de su belleza, su finura, y su dulzura, la Brasserie du Bocq decidió dedicarle una cerveza: La Blanche de Namur. Sus cualidades y el conocimiento de la cervecera belga le han permitido conseguir el premio de la mejor cerveza blanca del mundo (2009).
Cerveza mezcla de licor de cereza que se usa en repostería y Kasteelbier Donker, lo que le da un carácter de cerveza eminentemente dulce. De color rojo profundo, crea una espuma densa y de color blanco rosado, que desaparece rápidamente. Con sabores afrutados y refrescantes, como consecuencia de la maceración del mosto con cerezas. Sabor suave, cuerpo blando y con una ligera acidez final.