Las cerveza rubia es el prototipo de cerveza por excelencia, pero existen muchos tipos muy diferentes, cada uno de ellos elaborados de una manera distinta o con una historia diferente detrás.
Amsterdam, 1873. Gerard Heineken funda una bonita y pequeña cervecera, en la que el maestro cervecero basa su trabajo en el amor por el detalle. Pero lo de pequeña no durará mucho. La calidad y su proceso de elaboración único pronto pasará de padres a hijos y de Holanda al resto del mundo, convirtiéndose en la primera cerveza europea en exportarse a otros continentes. Hoy, 25 millones de Heineken® son disfrutadas diariamente en 192 países. A pesar del gran reto, no se ha alterado ni un ápice el sabor único de aquella primera Heineken, la receta familiar de tan solo tres ingredientes, todos 100% naturales. Solo así es posible que la perfecta combinación de malta de cebada, agua y lúpulo de Heineken sepa exactamente igual en cualquier parte del mundo.
En 1873 Luder Ruthemberg, Heinrich Beck y Thomas May, un constructor , un maestro mezclador y un comerciante, se asocian para establecer la planta de bebidas con malta y licor conocida como Kaiserbraurei Beck & May en Bremen Alemania. Desde esa época las ventas se han incrementado hasta 34 millones de cajas anuales.Es la cerveza de exportación más importante de Alemania, que se venden en unos 120 países, y representa más del 85% de las exportaciones de cerveza alemana a los E.E.U.U. Desde el principio, Beck fue elaborada de conformidad con la Reinheitsgebot, la ley alemana de pureza de 1516, que obliga a la cerveza estar fabricadas a partir de malta de cebada, lúpulo, agua y levadura.
Elaborada en Bélgica según una tradición religiosa, la Maredsous es una cerveza de abadía triple de alta fermentación. Fermenta nuevamente en botella, con una maduración de dos meses.