Filtros activos
-
Precio 4,50 €
-
DELIRIUM TREMENS
Precio 3,75 €Elaborada desde 1989, con tres levaduras belgas distintas, la Delirium Tremens se ha convertido en la cerveza insignia de la cervecera familiar Huygue, que está en actividad desde hace más de 350 años. conquistando a todo el mundo en menos de 10 años. El color rosa de la etiqueta hace referencia a las alucinaciones que provoca la falta de alcohol en algunas personas con delirios febriles llamados: ¡Delirium Tremens! Esta potente cerveza belga se presenta en una botella de cerámica fácilmente identificable. Al servirse en un vaso se percibe un color rubio dorado, ligeramente turbio, coronado por una blanca espuma. Unos aromasde clavo de olor, pimienta y cilantro anticipan un olor a alcohol que calienta la nariz antes de que sea subyugada por unosaromas afrutados de manzana y cítricos.
-
BRUGGE TRIPEL
Precio 3,75 €Cerveza de color ámbar de fermentación alta, con una segunda fermentación en botella. Es elaborada con agua pura de manantial, con lúpulo Kent Golding y malta pálida. La cabeza delicada pero compacta de espuma se adhiere al vidrio como un velo de encaje de Brujas. Sorprende con sus aromas de malta, plátano, a “cuberdon” (un dulce típico belga, tradicionalmente con sabor a frambuesa), caramelo y chocolate en combinación con asado y ahumado notas aportadas por la levadura. Con un final largo y ligeramente amargo. .
-
WATERLOO TRIPLE
Precio 3,75 €Cerveza de fermentación alta, elaborada según la tradición belga. Con segunda fermentación en botella. Burbuja fina y espuma densa y crremosa. El primer aroma revela frescura y un ligero olor a levadura, percibiéndose aromas a vinos y afrutados, con notas de lúpulo, un toque de manzana verde y tila. Intenso sabor, maltoso y un final con un toque a lúpulo y agradable amargor. Esta cerveza triple es sencilla y a la vez compleja: sencilla porque se deja acercar, descubrir fácilmente dejando un toque dulce en la lengua, rápidamente sepultado por una amargura que invade toda la boca; compleja porque honra como se merece a sus materias primas. que disparan sabores como si fueran cañones, a cuál más intenso. Gracias a la alternancia entre la amargura del lúpulo y la suavidad de la malta.