St Feuillien Triple cerveza tiene un vestido de color ámbar pálido que revela un carácter especialmente malteada. Está decorado con espuma blanca, suave y muy compacto. El rico aroma y ofrece una combinación única de lúpulo aromático, especias y olor típico de la fermentación, la fermentación muy fruitées.La en la botella le da un olor único, debido a la levadura. Su sabor es fuerte y excepcionalmente persistente se debe tanto a su densidad y su almacenamiento prolongado. Apetecible y refrescante en verano, invierno sabroso, se destaca como excelente por la degustación de cerveza. Potente, de lúpulo, afrutado, un maginifique Tripel Abbey.
Cerveza elaborada con un agua de Font del Regás del Parque Natural del Montseny, increíblemente pura, maltas Pale Ale, Carahell y Crystall, y lúpulos Centennial y Amarillo. De color anaranjado y turbia como corresponde a una cerveza artesana. De espuma blanca, no excesivamente abundante. Con aromas intensos a lúpulo, con notas cítricas y a caramelo que en cierto modo lo equilibran. De gusto muy amargo, y largo e intenso retrogusto. Recuerdos de pino, resina, toques florales, naranja y cítricos.
Predomina la intensidad aromática y sabores característicos de los lúpulos utilizados. Poderosas notas cítricas, presencia de lima y retrogusto a pino y resina. A esta cerveza le acompaña una espuma abundante, fina y cremosa. Hopping con lúpulos Citra y Amarillo: adición extra de lúpulo en frío, directamente en el fermentador.
Destaca por su aroma afrutado cítrico y floral proveniente de los lúpulos Cascade y Mosaic. Cuenta con un agradable amargor moderado que predomina por encima del sabor a malta. Transmite una sensación en boca amarga, con un cuerpo medio en el que destacan los lúpulos empleados. Premiada con Bronce en la Dublin Craft Beer Cup de 2016 y mejor IPA de España en los World Awards de Londres en 2019.
Blanca de Namur era la hija del Conde Jean De Namur, y sobre todo era una princesa, cuya belleza sólo era igualada por su refinamiento. La leyenda narra que Magnus IV Eriksson, Rey de Suecia y Noruega, fue seducido por la belleza de la joven princesa, mientras que iba de camino a Francia en busca de una esposa. Así, la joven Princesa siguió al Rey hacia sus tierras escandinavas y no volvió nunca más en su tierra natal. Como recuerdo de su belleza, su finura, y su dulzura, la Brasserie du Bocq decidió dedicarle una cerveza: La Blanche de Namur. Sus cualidades y el conocimiento de la cervecera belga le han permitido conseguir el premio de la mejor cerveza blanca del mundo (2009).
Hablar de Franziskaner es hablar de uno de los referentes alemanes de las cervezas de trigo. La popularidad de su Hefe-Weissbier Naturtrüb ha crecido a pasos agigantados en la última década a nivel internacional. Esta conocida cervecera, que comenzó a producir en Baviera ya en la Edad Media, sigue apostando por su tradicional receta bajo la escrupulosa ley de pureza de 1516. Y su etiqueta, un homenaje cervecero a aquellos franciscanos que en 1363 pusieron las primeras piedras en la historia de esta contrastada productora.