Gran selección de las 100 mejores cervezas del mundo

MONGOZO PILSENER SIN GLUTEN

Precio 3,95 €

Mongozo Sin Gluten Premium Pilsener es la primera cerveza dorada del mundo que se prepara con una combinación de tres elementos únicos: sin gluten, orgánicos y de Comercio Justo. El proceso de elaboración de cerveza para Mongozo Premium Pilsner implica que el gluten se elimina de la cerveza. Esta innovadora técnica asegura que la cerveza conserva su sabor a la cerveza. Un laboratorio de renombre verifica cada lote de cerveza elaborada para la presencia de gluten. La cerveza se vende sólo si se detecta menos de 10 ppm de gluten y, por lo tanto, se puede etiquetar como sin gluten. Es certificada por Certisys para el uso de la malta de cebada orgánica certificada, el arroz y el lúpulo. El sistema de controles para el sector orgánico garantiza que los productos son genuinamente orgánicos.
BRUGGE TRIPEL

Precio 3,75 €

Cerveza de color ámbar de fermentación alta, con una segunda fermentación en botella. Es elaborada con agua pura de manantial, con lúpulo Kent Golding y malta pálida. La cabeza delicada pero compacta de espuma se adhiere al vidrio como un velo de encaje de Brujas. Sorprende con sus aromas de malta, plátano, a “cuberdon” (un dulce típico belga, tradicionalmente con sabor a frambuesa), caramelo y chocolate en combinación con asado y ahumado notas aportadas por la levadura. Con un final largo y ligeramente amargo. .
WATERLOO TRIPLE

Precio 3,75 €

Cerveza de fermentación alta, elaborada según la tradición belga. Con segunda fermentación en botella. Burbuja fina y espuma densa y crremosa. El primer aroma revela frescura y un ligero olor a levadura, percibiéndose aromas a vinos y afrutados, con notas de lúpulo, un toque de manzana verde y tila. Intenso sabor, maltoso y un final con un toque a lúpulo y agradable amargor. Esta cerveza triple es sencilla y a la vez compleja: sencilla porque se deja acercar, descubrir fácilmente dejando un toque dulce en la lengua, rápidamente sepultado por una amargura que invade toda la boca; compleja porque honra como se merece a sus materias primas. que disparan sabores como si fueran cañones, a cuál más intenso. Gracias a la alternancia entre la amargura del lúpulo y la suavidad de la malta.