Belgoo es una de esas cerveceras belgas de nueva generación que en los últimos años están llamando mucho la atención y rejuveneciendo el panorama cervecero belga. Jo Van Aerts fue a clases nocturnas en una escuela de cerveza en Bruselas, para, después, convertirse en “homebrewer” (cervecero casero). Jo creó sus propias recetas de cerveza, que tuvieron gran éxito, primeramente en su entorno y luego, un poco más allá. Dejó su trabajo de ingeniería para seguir su pasión, la elaboración de cerveza, y gracias al éxito de sus cervezas entre sus allegados y por la pequeña zona donde vivía decidió desarrollar la marca Belgoo. Así que empezó a comercializar sus cerveas y a distribuirlas por su cuenta. El éxito fue rápido, así que en 2007 comenzó a elaborar sus cervezas en la Bresserie La Binchoise.
Predomina la intensidad aromática y sabores característicos de los lúpulos utilizados. Poderosas notas cítricas, presencia de lima y retrogusto a pino y resina. A esta cerveza le acompaña una espuma abundante, fina y cremosa. Hopping con lúpulos Citra y Amarillo: adición extra de lúpulo en frío, directamente en el fermentador.
Maltas de cebada y trigo, levadura alemana de estirpe y lúpulo Simcoe en dry-hopping. Papaya y néctar tropical con toques de plátano y pimienta. Una golosina líquida con un paso por boca espectacular..
¿Alguna vez probaste una sidra de pera? Si la respuesta es “no”, ¡esto es exactamente lo que necesita! Magners Irish Cider Pear está llena de notas naturales de peras maduras premium. Solo se utilizan las mejores peras para elaborar esta sidra. Al crear esta sidra de pera, Magners tenía dos objetivos: 1. hacer una sidra de pera con un sabor muy natural y 2. hacer una sidra de pera tan buena como la original. Ambos objetivos se cumplieron y Magners Pear casi explota por todo el aroma de la pera. ¡Vea usted mismo si Magners Pear es tan bueno como el original!
Blanca de Namur era la hija del Conde Jean De Namur, y sobre todo era una princesa, cuya belleza sólo era igualada por su refinamiento. La leyenda narra que Magnus IV Eriksson, Rey de Suecia y Noruega, fue seducido por la belleza de la joven princesa, mientras que iba de camino a Francia en busca de una esposa. Así, la joven Princesa siguió al Rey hacia sus tierras escandinavas y no volvió nunca más en su tierra natal. Como recuerdo de su belleza, su finura, y su dulzura, la Brasserie du Bocq decidió dedicarle una cerveza: La Blanche de Namur. Sus cualidades y el conocimiento de la cervecera belga le han permitido conseguir el premio de la mejor cerveza blanca del mundo (2009).
